Refrigerado: Productos preparados que posteriormente fueron llevados a una temperatura de 3 a 5°C (Temperatura típica de una nevera casera) y están listos para consumir. Sin duda son la opción más cercana a la comida fresca recién preparada, pero tienen una vida útil muy corta.
Congelado: Productos preparados que posteriormente fueron llevados a –7°C de manera casera tomando entre 2 y 6 horas para llegar a esta temperatura. Es decir, se dejaron enfriar fuera de la nevera y posteriormente fueron colocados en un recipiente plástico y llevados al congelador. En este proceso casero suceden varias cosas que hacen que el producto no se conserve de forma óptima y que en el momento de calentar y servir sus cualidades nutritivas, aspecto, textura y sabor no sean las mejores
Ultra-congelado: Aquí es donde entra la tecnología de última generación a salvar el día. Poder llevar un plato preparado de 70°C a -18°C en menos de hora y media en condiciones controladas de tiempo, temperatura y humedad es lo que se conoce como ultracongelar.
No es lo mismo ultracongelar unas Verduras Salteadas, un Pollo al Curry o una Sopa Bogotana. El contenido de agua, nivel de grasa y grado de cocción de cada ingrediente debe ser tenido en cuenta durante el proceso. Todo esto para garantizar la conservación de los nutrientes, sabor y textura de los alimentos en el momento de ser calentados en casa.
¡Esto es lo que Alamesa ofrece a sus clientes!